La abdominoplastia consiste un procedimiento quirúrgico mediante el cual se retira el exceso de piel de la parte baja del abdomen a la vez que se reparan las estructuras musculares internas y se elimina el exceso de grasa.
La abdominoplastia se basa en la realización de una incisión por encima de la zona del vello púbico de manera que, posteriormente, la cicatriz quede tapada por la ropa interior o por el biquini.
La longitud y la forma de la incisión dependerá de las características de cada abdomen y será el cirujano quien decidirá en cada caso la técnica más adecuada.
Una vez realizada la incisión en la parte baja del abdomen, se despega la piel y el tejido graso subyacente de la parte superior, de manera que permita proceder a la reparación del tejido muscular interno. Por último, se elimina el exceso de piel sobrante y se cierra la incisión.
Junto con la abdominoplastia se suelen utilizar técnicas complementarias para optimizar los resultados, como la lipoescultura en la zona de la cintura, consiguiendo así no solamente un vientre plano sino también redefiniendo la silueta de la paciente.
El embarazo es una de las principales causas que motivan la realización de una abdominoplastia, y es que durante este periodo, los músculos rectos del abdomen se ven desplazados hacia los lados por el feto.
Tras el embarazo normalmente esta musculatura no consigue volver a su posición original ni recuperar la tensión inicial, hay secuelas como irregularidades en la piel, estrías en la parte inferior del abdomen o diástasis de los rectos, por lo cual durante la abdominoplastia se corrige esta situación y se retensan los músculos rectos.
La abdominoplastia no es una técnica de adelgazamiento, por lo cual pacientes obesas o con sobrepeso no son las candidatas ideales para esta técnica.
Es conveniente corregir el sobrepeso previamente a la realización de este tipo de intervención. Si bien la abdominoplastia se puede combinar con una liposucción de la zona hay que tener conciencia que si se vuelve a recuperar el exceso de grasa volverá a aparecer el problema.
Por este motivo, si lo que se desea es perder peso, sería conveniente valorar que otras alternativas son más indicadas para cada caso, tales como una cirugía bariátrica en casos de obesidad mórbida, o el cambio de hábitos alimentarios y la incorporación de ejercicio físico regular.
La abdominoplastia requiere su realización en quirófano, con anestesia general y posiblemente de una noche de hospitalización.
Transcurrida la primera noche el paciente puede regresar a su domicilio, pero necesitará entre una semana y 10 días de reposo para contribuir a la correcta cicatrización.
Es muy importante que en los casos de pacientes fumadores se suspenda el consumo de tabaco durante un mes antes y por lo menos un mes después de la intervención, ya que para la correcta cicatrización de las heridas el aporte de oxígeno a los tejidos es fundamental. Sin embargo, esto no evita que se produzcan complicaciones como la necrosis en la piel por mala circulación de los colgajos y relacionados con el daño que produce el cigarrillo cuando se consume por mucho tiempo.
¿Cuándo veré resultados?
Transcurridos 3 meses habrá desaparecido la inflamación de la zona y se empezarán a apreciar los resultados de la abdominoplastia.
Al final se notará un resultado armónico, en donde evidentemente las pacientes perderán peso.
Es esencial seguir las recomendaciones del cirujano respecto a los cuidados de la cicatriz. Será de utilidad la aplicación de las determinadas cremas y la realización de drenajes linfáticos.
Transcurridos aproximadamente 6 meses la cicatriz suele ser prácticamente imperceptible.