En estos tiempos existe una cantidad considerable de personas que padecen los síntomas típicos del síndrome de fatiga crónica, una afección que de no ser tratada a tiempo, puede desencadenar trastornos generalizados en la recuperación postoperatoria y en el manejo de la ansiedad durante las intervenciones quirúrgicas.
A continuación te informamos de la sintomatología de este trastorno y las recomendaciones a implementar para la mejora del bienestar físico y emocional.
Lo que solemos conocer como fatiga involucra una recurrente sensación de cansancio físico, que afecta generalmente el desarrollo habitual de nuestras actividades diarias, al punto de disminuir considerablemente nuestro rendimiento.
La fatiga es causada por una múltiple sobre-exigencia – sea esta de carácter físico o mental-en el desarrollo de una actividad que usualmente sobrepasa nuestra capacidad. Sin embargo, el síndrome de fatiga crónica implica una reducción considerable de la capacidad física sin relación causal alguna con una exigencia física previa, sensación que se prolonga indefinidamente y no desaparece a pesar de los periodos de reposo.
Entre los síntomas comunes de esta afección se encuentran: fatiga física y mental, debilidad muscular, pérdida de memoria, falta de concentración e insomnio; generando de esta forma un considerable impacto negativo en la calidad de vida de quienes la padecen, al punto de deteriorar su desempeño laboral y la calidad de sus relaciones familiares e interpersonales.
Actualmente no se dispone de una cura definitiva para este padecimiento; los tratamientos desarrollados involucran una combinación de actividad física, suplementos farmacológicos y terapias psicológicas con el propósito de reducir el impacto negativo de los síntomas asociados a esta afección.
Sin embargo, las siguientes recomendaciones permitirán mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes que padecen esta agravada afección: