Cada vez es más intensa la búsqueda en Pereira por hacer de las cirugías plásticas procedimientos más seguros, amables y de fácil recuperación; la otoplastia es precisamente una intervención quirúrgica siendo la más efectiva para los defectos de las orejas, que son la causa de la mayoría de los complejos, ya que difícilmente se pueden disimular. Actualmente, el aspecto físico es la carta de presentación ante el mundo, por lo que se trata de dar una imagen positiva mediante el cuerpo.
La otoplastia es un procedimiento que busca corregir múltiples deformidades auriculares. La más común se enfoca en las orejas de pantalla, prominentes o en soplillo, caracterizada por un aumento en el ángulo entre la oreja y el cuero cabelludo o la oreja contraída o en copa.
Con esta cirugía se corrige el exceso de proyección en la oreja así como la profundidad de la concha, también se modifica la posición de la oreja con respecto al cráneo dejando un margen de separación que permita la limpieza y el uso de gafas cómodamente. Igualmente pueden mejorarse quirúrgicamente los lóbulos alargados y los lóbulos rasgados.
El cirujano plástico también es capaz de crear una nueva oreja cuando se nace sin ella (microtia) o cuando se pierde por un traumatismo.
La otoplastia consiste en la realización de unas incisiones en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después se esculpe el cartílago y se dobla hacia atrás; se pueden emplear puntos internos para mantener la nueva forma. En ocasiones, puede ser necesario extirpar una parte del cartílago para obtener una oreja más natural. Por último, se extirpa una cuña de piel de la parte posterior de la oreja. La cicatriz resultante de la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja. La mayoría de las veces, aunque solo una oreja parezca anormal, se intervienen las dos para conseguir una mejor simetría.
Generalmente, es una cirugía que se realiza después de los 10 años, ya que las orejas han crecido casi completamente, época en que el niño la solicita inducido por el bullying escolar o porque no se siente a gusto con sus orejas.
La opción de la cirugía es principalmente para evitar los problemas psicológicos y sociales que esta deformidad conlleva, tanto en niños como en adultos, sin importar la edad, no existiendo mayores riesgos.
La anestesia varia si la operación se realiza en niños suele llevarse a cabo con anestesia general; en adultos con anestesia local y sedación.
El tiempo de intervención está entre 1 hora, la operación puede alargarse un poco por diversos motivos anatómicos. La técnica empleada dependerá del problema concreto.
Por lo que respecta al post-operatorio, hay que destacar que se coloca un vendaje alrededor de la cabeza nada más; al finalizar la cirugía. Las orejas pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con medicación.
En pocos días se cambia el vendaje por uno más ligero parecido a una cinta de pelo. Es importante es seguir las instrucciones de su cirujano plástico respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Debe evitarse durante el primer mes cualquier actividad en la que puedan doblarse las orejas.
Una semana después de la operación, aproximadamente, ya se puede volver al trabajo y retomar unas rutinas de actividad normales. Sin embargo, todavía habrá que tener cuidado con las actividades deportivas o de riesgo durante el tiempo que aconseje el cirujano.
No hay que olvidar que la comunicación con el doctor habrá de ser fluida, pues este profesional podrá dar consejos, antes y después de la operación.
La mayoría de los cirujanos plásticos recomiendan a los padres observar el comportamiento del niño en relación con sus orejas prominentes; no se debe insistir en la cirugía hasta que el niño así lo desee. Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse, cooperan más durante la intervención y están más contentos con el resultado.
Muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. Tenga en cuenta que se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No espere una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural. Si comenta con su cirujano plástico, tanto el procedimiento, como sus expectativas y opciones, los resultados serán muy satisfactorios.
En la primera consulta, el cirujano plástico realizará una evaluación del problema y recomendará la técnica más efectiva para su caso. También le proporcionará las instrucciones para prepararse para la cirugía.
La otoplastia siempre se realiza en el quirófano, dentro de una clínica u hospital.
La mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas horas de la cirugía.
Cuando la otoplastia es realizada por un cirujano plástico calificado las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. Sin embargo, como en cualquier otra intervención, existen riesgos propios de una cirugía y complicaciones propias de este procedimiento.
Un pequeño porcentaje de pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se disuelva espontáneamente o que precise drenaje. Ocasionalmente, puede producirse una infección del cartílago que aumente el tejido cicatrizal de la oreja; su tratamiento consiste en la administración de antibióticos; en raras ocasiones puede ser necesario el drenaje quirúrgico.
Lo más importante es entender que está información no sustituye la consulta que le realiza individualmente su cirujano plástico en Pereira, quien aclara sus dudas proporcionando las aclaraciones oportunas.
Si usted está pensando en someterse a una intervención hágalo con un especialista reconocido y avalado siempre está más seguro al ponerse en manos de expertos en otoplastia.